Editorial (1/7/2009): Hasta luego...

Buenas tardes y bienvenidos a Recovecos en on radio en la 93.0 y enla 99.7 de su dial y a través de la web en onradio.es y en recovecos.info
Recovecos. Cuatro sílabas de vocales muy abiertas que se han ido taladrando en mi cabeza y que le han dado un sentido especial a los miércoles. Comenzamos el 5 de noviembre y hoy 1 de julio cerraremos esta primera etapa de RECOVECOS, un programa de radio parido desde la inquietud, alimentado con la curiosidad, mecido con la amistad y ataviado por el descaro de simplemente ser y ser.
Hoy recovecos, como decía, cierra su primera etapa. Espero que no la última. Se produce un punto de inflexión que vamos a celebrar entre todos. Vamos a poner voz a todos ustedes. Y por ello, les invitamos a que nos acompañen durante estas dos horas de programa.
Durante todos estos miércoles en los que he ido viendo como esta locura recovequiana iba creciendo poco a poco, también era consciente de que me hacían crecer a mí como persona. Este estudio se va llenando cada miércoles de amigos que siempre vuelven de tal forma que se ha ido creando una cadena y de los primeros amigos han venido segundos amigos y de los segundos unos terceros.
Yo me meto aquí durante dos horas en esta pecera que debe parecerse mucho al paraíso y van pasando unos y otros hasta sentir que el tiempo se me hace poco, qué dos horas no son suficiente y generando la necesidad de ser responsable con ustedes y mantener la línea de recovecos. Me gusta atropellarlos con mi forma de ser que es un poco la característica de Recovecos, el suma y sigue. Más y más, velocidad, vertiginosidad. Y así tejiendo ondas, ideas, palabra, música y mucha sinceridad, les aseguro que me siento orgullosa de este trabajo al que yo le puse nombre, pero que ha conseguido crearse así mismo.
Pero todavía me falta algo, me falta que usted que nos escucha cada miércoles se decida de una vez por todas a visitarnos. Aquí todos tienen voz y el respeto la mece siempre. Por ello, decídase y venga por la radio ahora. Los estamos esperando, la fiesta no ha hecho más que empezar y necesito saber que aún hay más razones para volver…porque el sur también existe.

En la máquina Rayco Vargas y en la palabra quien les habla
Natalia Guillén
Están escuchando Recovecos


Despedida

33. A qué es un número intersante. Pues hoy cumplimos 33 programas, que no años. 33 tardes con ustedes, 66 horas y 3960 minutos. Minuto arriba, minuto abajo. Ahora nos toca descansar, no porque nos fatigue estar con ustedes, sino que como el que nada o el que estudia o el pájaro que vuela, a veces necesita tomar tierra. Parar, observar, divisar y proyectar nuevas ideas, nuevos rumbos. Por eso nos tomamos este descanso, que para subir a la torre y observar el horizonte en busca de nuevas palabras, imágenes, inquietudes, que servirles a través de estos micrófonos que nos reciben cada miércoles. Todos trabajaremos este verano y cada uno se llevará una libretita donde ir apuntando lo que se les ocurra durane este descanso de verano para esconderlo en algún recoveco en el que hurgaremos a nuestra vuelta.

La radio se taladró en mi cabeza y no recuerdo mi infancia sin el sonido de la radio entre el tabaco que humeaba en una pipa en cualquier patio. La radio era el hogar, la calma, la conversación, la manera de aprender sin ir a la escuela. La radio fue mi casa y mi sueño. No sé qué es la vida sin hablar y sin escuchar, nada tiene sentido si no le robamos tiempo a la obligación para conversar y siento que aquí el tiempo no clava su daga en cada minutero así que hoy puedo decir le he hagando a mi vida 3960 minutos en su compañía.

Por todo ello, aún con la sonrisa y con la seguridad de que Recovecos regresará al final del verano repleto de vueltas y revueltas, de sorpresas escondidas tras las ondas, me despido con un hasta luego. Siempre dandole las gracias a esta casa on radio y a nuestro jefe y realizador Rayco Vargas. Un beso desde aquí a nuestro amigo Mario que sigue en Montevideo.

Y ahora sí, cierren los ojos, respiren muy hondo hasta que no quede un solo recoveco sin aire en su cuerpo. Y entonces, piensen: la palabra a ustedes debida,
siempre aquí en Recovecos.
Sean curiosos, el único camino a la felicidad.