sábado, 13 de junio de 2009

Editorial (10/06/09): A la esperanza?

En algo nos equivocamos. Sí, nos enfrentamos a la Europa de los cambios, a los sesenta de las revoluciones, a la confianza en la transición a pesar de que nos tragásemos la dignidad con lo indigesta que es para el orgullo. Y a pesar de que aún hoy, todavía a muchos les cuesta aceptar que haya familias que con todo su derecho la intentan recuperar, la dignidad y el respeto. Pues a pesar de todo eso, hubo algún momento en el que nos equivocamos. Alguién entró en la política entendiéndola como profesión. Hay otros que hablan de carrera política, en definitiva, parece que uno hereda una panadería y la regenta de por vida y además, manteniendo el apellido familiar.
Esto es lo que dispara la reflexión de hoy. Aquí, dispara tiene los dos sentidos: el connotativo y el denotativo. Al fin y al cabo, el día me ha servido mi lado más agresivo y se congestiona en mi garganta. La política se refiere al arte de gobierno: doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados. La política es el ejercicio del poder y el poder en una democracia lo ejercita el pueblo, si la democracia existe. Lo cierto es que nos alejamos bastante de lo que esa palabra significa. Señorías, el que de verdad tiene inclinación política debe saber que tiene fecha de caducidad el ejercicio de un cargo público. No se puede permanecer de por vida y seguir. Los votos no son suficientes para refrendar una actividad. La política se convierte en profesión, en oficio pero sin jefe. Y ya sé, alguno me dirá se convierte en un autónomo. No señores. El autónomo no tiene jefe pero tiene que rendir cuentas, en este caso el político no rinde nada porque no tiene jefe. Sí ya sé, el jefe está en el pueblo y en las urnas y es quien pasa factura. No señores, en una democracia mediática eso es lo de menos, y a las pruebas me remito. Nada pasa factura. El desconcierto de los críticos se convierte en la abstención y el de las hinchadas da igual lo que hagan y digan. “del betis mal que pierda”. Al final los griegos inventaron una pseudo-democracia para unos ciudadanos específicos, los romanos encontraron la trampa: Pan y circo, y al César lo que es del César”. Hoy, la perversión de este ideal que consiste en buscar la manera de ejercer el poder de la forma más justa posible y con la legitimidad de la mayor parte de los ciudadanos, se ha convertido en una profesión libre. Un político no tiene jefe, no tiene límites, no necesita réditos y además soporta la inmunidad. Es cierto, que a nivel nacional nos hemos encontrado con los primeros ministros que salen de una profesión previa y que su entrada en política tenga fecha de caducidad.
La única garantía de que la política se convierta en el arte de gobierno hacia una sociedad más justa es que todos hagamos entender que no es una salida profesional, sino una vocación y para ello es indispinsable, el espíritu crítico.
Creo que también me voy a convertir en un ser antisocial, espero que sólo sea un día malo.

Despedida

Solventé esta mañana
la ausencia de las carencias.
Desperté con el hedor de un sistema
que se aclimata en las entrañas de las personas
que sin saberlo, sucumben ante un sistema
que han inventado algunos
pero que nadie sabe como se maneja.
Así con la ineficacia,
con el temor de la sopresa
con el “vuelva usted mañana”,
los días se agolpan en tu vida y
van borrando la esencia de los días.
Son cosas que pasan, es cierto,
pero ni ustedes ni yo, ni los que
intentamos fabricar una sonrisa
tenemos derecho a soportar
que tachen el tiempo y la paciencia
de nuestras cabezas.

Ha sido un placer, compartir estas dos horas de aire, estas dos horas de sonrisas. Deseamos contagiarle a través de las ondas de esta gripe de la esperanza, y que se convierte en una epidemia a favor del cambio. Una epidemia que ningún déspota de poder sepa controlar.
Se despide de ustedes, en la máquina Rayco Vargas y en el micrófono quien les habla, Natalia Guillén

A ustedes la voz debida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también ando cansada de oir los problemas y pocas soluciones.
Ante este sistema democrático casi no caben la ética ni la moral.
Ahí están las tremendas estafas realizadas por alcaldes, arquitectos, empresarios de alta alcurnia y demás y aquí sigue sin pasar nada. Es más no importa que te metan en la cárcel desde allí te conectas a internet y sigues con tus negocios.
Que no dimita nadie, que se siga saludando al vecino maltratador de mujeres, que se le de la mano al empresario corrupto y que se den becas de estudio a quien suspende ... no se preocupen el poder está en el pueblo y por ahora tiene demasiado reciente la guerra civil y 40 años de dictadura NO SE Va A LEVANTAR CONTRA EL PODER, sigan tranquilos en su sillón.

Anónimo dijo...

¿Cuándo va a volver Santiago?

El de la voz como Constantino Romero

Cuando el vuleva voy yo.


Isoliana

Ángeles dijo...

Me sumo a las llamadas de Natalia , por la vuelta de Poter, me sumo a la llamada de Isoliana a la vuelta de Santiago y me sumo a la llamada de Isoliana por la vuelta de Isoliana.

Por la vuelta y la revuelta de este callejón......

Ángeles.