viernes, 1 de mayo de 2009

Editorial: Tagoror Joven San Isidro

Este último miércoles de abril se convierte en un miércoles de cierre. No sólo blindamos un mes, sino que además cerramos nuestro pequeño circuito entre los jóvenes del municipio de Granadilla de Abona. Gracias a la concejalía de Juventud hemos ido visitando el tagoror de Granadilla, el del Médano y hoy cerramos aquí en San Isidro.
Esperamos poder poner aquí el broche a estos Recovecos itinerantes. Lo cierto, es que tanto en el Médano como en Granadilla casco hemos reunido minutos de radio especiales para el recuerdo. Recovecos que crecen al brío de las nuevas generaciones a las que les invito para que encuentren en este programa su voz.
Y como siempre para sellar la presencia de la inquietud les voy a pedir a todos los que nos acompañan un aplauso.

Pues con este aplauso, invitamos a todos los que nos escuchan que se den una vuelta por este tagoror y conozcan lo que se cuece esta tarde de miércoles en este barrio genuino.

No se los voy a negar, estar hoy aquí en San isidro entre los jóvenes despierta en mí una sensación especial que va a ser la carta de presentación de este editorial.
Me crié en este San Isidro a veces adusto, a veces pasajero. Hoy veo este local y pienso cuánto luchamos por encontrar nuestro sitio y hoy, aunque un poco tarde quizás, está aquí brindándome un espacio para compartir. San Isidro se presenta como el lugar de paso, sin grandes tradiciones, sin rasgos característicos que lo identifique. A veces, hasta sin historia que lo engrandezca. No contiene la sutileza de la medianía, ni la idealización de la costa. Se erige como un barrio insulso, casi feo dirían algunos. Pero quizás es porque no le hemos dedicado a este caos la atención que se merece.
Sólo si nos damos cuenta de lo que ha sido capaz, nos percataremos de lo que será. San Isidro responde a una rosa de los vientos, donde confluyen muchas culturas que deben entender este sitio, no cómo un lugar de paso donde el viento los golpea sino como el sitio que los acoge y el viento que les mece. Todos somos todos. Y esta aridez que luego se plagó de edificios y arrinconaron la poca vegetación que existía debe alzarse y pedir más. Nos sobra cultura sólo tenemos que desnudarla y ofrecerla. Con el diálogo se abren las primeras puertas. Estos jóvenes que hoy vienen a este Tagoror tienen mucho que ofrecer, son sanisidreros y tenemos que escucharles. Pero yo sí les pediría que empujaran fuerte, con ahínco para que no sólo trascendamos como un barrio desnaturalizado donde nada merece nada y sólo sea un comercio con habitantes. Yo vuelvo a este pueblo para devolver lo que en mis orígenes me ofreció. Ahora toca hacer realidad aquellas cosas por las que muchos luchamos.
Esta realidad hay que cambiarla. Somos algo más, necesitamos movimiento, actividad. Queremos saber, formarnos.

Ya estuvieron nuestros abuelos que pasaron de la azada y los pabellones del tomate, a la bandeja y al comercio. Ahora nos toca patear la crisis y prepararnos para entre todo construir esta gran riqueza humana en una ciudad de referencia y nunca de indiferencia. Lo bueno de la aridez de San Isidro es que no establece diferencias todos son y nadie sobra. Están escuchando Recovecos desde el Tagoror de San Isidro y les habla Natalia Guillén

DESPEDIDA
Los Recovecos se despiden, no sin antes agradecer a toda esta juventud de edad y de voluntad la atención prestada. Gracias por compartir minutos de sonido en este día especial contra el ruido. Lo cierto es que nuestra vida la mina el ruido sonoro, material, ruido trivial, ruido sentimental, tanto ruido que se nos olvida lo que realmente es esencial, vivir y escuchar.

Gracias chicos tenemos un reto y es cambiar lo que no nos gusta. Reconocer qué es lo importante y humanizar nuestro espacio para sentirnos cómodos y no amenazados. Estos Recovecos de hoy no se han convertido en ruido, sino en sonido en conversación bilateral y también en silencios que en ocasiones comunican más que las palabras. Para saber escuchar debemos saber reconocer los silencios. Hoy hemos cargado pilas. Nuestros recovecos quedan abiertos a esconder lo que les plazca. Ya saben acudan a nuestra web y allí encontrarán la oportunidad de decir lo que quieran. Estos Recovecos son de ustedes, si ustedes quieren.
Gracias por enseñarnos tantas cosas. Además no puedo acabar sin recordarles que podrán oír el programa de nuevo el próximo domingo de 7 a 9 y en nuestra web. Recovecos.info. cada vez que les apetezca. Sin más, cerramos la puerta despacito sin hacer ruido despidiéndonos de Rayco y Mario que han hilvanado los sonidos y diciendo adiós también a los que formamos este colectivo Recovecos al que sólo le pongo timón, porque en realidad ya camina sólo. Así, sin hacer, apenas ruido…..sssss. Como con un beso de buenas noches en la mejilla del niño que duerme. Así de esta manera…….ssss. se despide quien les habla, Natalia Guillén de estos Recovecos…..
A ti la voz debida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué más se le puede decir a la ciudad donde te criaste,que describirla como ciudad de referencia no de indiferencia y decir que allí todos son y nadie sobra. En este editorial y esta despedida si que nada sobra, muy buenos estos tres programas.

Un beso
Ángeles.

vinagron dijo...

Cuando a las cosas se les pone ilusión, las cosas salen bien. En el municipio, Natalaia, has puesto ilusión, y has pedido a la gente que la tenga, pero diciendo que la ilusión se trabaja despertando cosas tan básicas como la curiosidad.

Ojala lxs políticxs del municipio hicieran lo mismo.

Otro municipio de Granadilla es posible (y Recovecos lucha por ello).

PIENSA GLOBAL, ACTUA LOCAL.